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martes, 22 de abril de 2008

Tendencias del Barroco: Eufuimismo, Preciosimo y Manierismo. Las Amistades Peligrosas de Chordelos de Laclos:novela epistolar y sociedad




El barroco es un movimiento artístico y cultural extendido por toda Europa y que entraña una evolución de las ideas del Renacimiento, que en algunos casos supone cambios drásticos en la forma de pensar.
En principio el término barroco no se utilizó más que para las artes plásticas, es en los años 1920 cuando se empieza a hablar de barroco literario, dando la idea de que el movimiento afectó no sólo a la forma y a la plástica, sino también a las formas literarias. Aún más importante, asumir la existencia de un barroco literario supone asumir el barroco como un movimiento de tipo ideológico, no sólo formal y ver su profunda relación con la Contrarreforma. Sin embargo, esto llevó a algunos mucho más allá, negando su relación con el Renacimiento y presentándolo como un movimiento enfrentado, lo que tampoco es cierto.
El barroco trae consigo una renovación de técnicas y de estilos. En Europa, y sobre todo en España la Contrarreforma influye en gran medida sobre este movimiento; las expresiones italianas que llegaban desde el Renacimiento se asimilan pero al mismo tiempo se españolizan y las técnicas y estilos se adaptan aún más a la tradición española.
Los poetas barrocos del siglo XVII, siguieron mezclando estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complicación ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal.
En este siglo XVII en que aparece el movimiento barroco se intensifican los tópicos que ya venían dándose en el Renacimiento, pero en especial los más negativos: fugacidad de la vida, rapidez con que el tiempo huye, desaparición de los goces, complejidad del mundo que rodea al hombre, etc.
La Literatura del siglo XVI se expresaba en un estilo sereno y de equilibrio; el barroco del XVII viene a desestabilizar esa serenidad y diversas fuerzas entran en conflicto. Estas características se dan en toda Europa y en cada país toman un nombre diferente:




Eufuismo en Inglaterra: un estilo altamente elaborado y artificial, ampuloso y afectado, que tomó su nombre del Euphues, the Anatomy of Wit ("Euphues, o la anatomía del ingenio"), 1578, y su segunda parte, Euphues y su Inglaterra, 1580, del escritor John Lyly, su principal cultivador, aunque fue seguido en esta estética por otro importante escritor, Robert Greene. Aunque William Shakespeare criticó este estilo, y sobre todo sus simetrías, a veces lo imitó.
El Eufuismo proviene en realidad de la muy manierista y elaborada prosa cortesana del español fray Antonio de Guevara, un escritor muy popular a escala europea, y prosperó en Inglaterra desde 1580 hasta comienzos del XVII, alcanzando su apogeo en el reinado de Isabel I. Se caracteriza por un extenso uso del símil, la aliteración y la antítesis, un gran descriptivismo ornamental, el abuso de la retórica y el acarreo de gran número de autoridades eruditas y citas cultas. Se trata en realidad de una forma de conceptismo.




Preciosismo en Francia: Se debe la denominación a las personas que seguían de cerca la última moda y empleaban impropiamente la palabra précieux con el sentido del español «bonito, excelente», que no tiene en francés. Las preciosas, pues, fueron llamadas así por la frecuencia con que empleaban esta voz, como más tarde las incroyables o las merveilleuses de la época revolucionaria. Se ha dicho de las personas que concedían importancia peculiar a los buenos modales, en literatura así como en la vida social; luego, por extensión normal (como en existencialista), de las personas que exageraban estas preocupaciones con ridícula afectación. En ambos sentidos, el p. representa las mismas tendencias que el culteranismo o el gongorismo español, el marinismo italiano, el eufuismo inglés, todos ellos movimientos sincrónicos. Debe tenerse en cuenta que la última acepción de la voz es secundaria, en lo que supone de intención satírica y peyorativa, y se refiere sólo a las exageraciones de la moda.
Las preciosas contribuyeron al refinamiento de la vida social, a la penetración de los intelectuales y de los artistas en los círculos aristocráticos culturales y, en definitiva, a la implantación del nuevo estilo de vida que caracteriza el clasicismo francés. Los preciosos de ambos sexos solían reunirse en salones, tanto en París como en provincias. Sus diversiones más acostumbradas consistían en juegos de sociedad, a menudo con matiz literario, y de ahí el desarrollo de ciertos géneros literarios que se prestaban más a aquellos juegos, tales como las máximas, los retratos morales, los versos improvisados sobre rimas o sobre temas dados; en discusiones libres sobre la actualidad, de ahí el desarrollo, a lo largo de ese siglo, de la crítica literaria moderna; en cartas escritas o recibidas, de ahí el auge de la literatura epistolar. Todo ello explica la moda de los salones literarios.
La corriente preciosista ha producido resultados importantes en la literatura francesa. Se le debe una revisión cuidadosa de los valores lingüísticos, con una nueva clasificación de las palabras, según conceptos de corrección o de dignidad estilística; este escrúpulo, traducido luego en la actividad lingüística depuradora de Vaugelas (1595-1650) y en el Dictionnaire de l'Académie FranFaise (1694), dominaría la época clásica y constituye el esfuerzo colectivo más importante en cuanto a la creación de una lengua literaria pura y refinada.
Manierismo en Italia .






Las Amistades Peligrosas de Chordelos de Laclos


Las amistades peligrosas (a veces traducidas con mayor propiedad por Las relaciones peligrosas) es una famosa novela epistolar, escrita por Pierre Choderlos de Laclos, que narra el duelo perverso y libertino de dos miembros de la nobleza francesa a finales del siglo XVIII. Fue publicada por primera vez en 1782.
La Marquesa de Merteuil y el Vizconde de Valmont, que en otro tiempo llegaron a ser amantes, se aprovechan del mejor modo que pueden de la sociedad puritana y privilegiada en la que viven. Estos dos personajes depravados no dejan de enviarse cartas a lo largo de toda la historia que se narra en el libro en las que se cuentan sus hazañas, que constituyen la trama de la historia. Sin embargo, a pesar de ser rivales, no están en igualdad. El vizconde de Valmont, por su condición de hombre, puede hacer alarde de su condición de libertino y gozar incluso por ello de una cierta reputación. Las cartas que dirige a la marquesa de Merteuil sólo son el relato de sus aventuras.
Pero no sucede lo mismo con ésta. Aunque rival del vizconde en cuanto a aventuras de alcoba, la marquesa de Merteuil, además, está obligada a disimular. Su rango social (es marquesa), matrimonial (es viuda) y su sexo (es mujer en un mundo dominado por los hombres) obliga a que se comporte con doblez y la fuerza al maquiavelismo. Es cierto que el vizconde también usa estas armas, pero es para seducir primero y luego hacer que se pierdan, al haber sido deshonradas, las mujeres que conquista. Sólo sigue su inclinación natural, que lo único que transgrede es la moral de su época.
Para igualarse con él, la marquesa de Merteuil debe además, conseguir zafarse del papel social que se le asigna.

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